Los seguros de vida son contratos entre una persona (el asegurado) y una compañía de seguros. En este tipo de cobertura/seguro, la compañía de seguros se compromete a pagar una suma de dinero, conocida como indemnización o beneficio por fallecimiento, a los beneficiarios designados por el asegurado en caso de que este fallezca durante el período cubierto por la póliza.

Existen varios tipos de seguros de vida, pero dos de los tipos más comunes son:

+ Seguro de Vida a Término (Term Life Insurance):

En este tipo de seguro, se establece un período específico de cobertura, llamado «plazo». Si el asegurado fallece durante el plazo de la póliza, los beneficiarios reciben el beneficio por fallecimiento. Si el asegurado sobrevive al plazo de la póliza, el seguro vence y no hay pago de beneficios. Este tipo de seguro es más simple y tiende a ser más asequible, especialmente para personas jóvenes y saludables.

+ Seguro de Vida Permanente (Whole Life Insurance o Permanent Life Insurance):

Este tipo de seguro proporciona cobertura durante toda la vida del asegurado, siempre y cuando se pague la prima. Además del beneficio por fallecimiento, el seguro de vida permanente suele tener un componente de inversión, lo que significa que parte de las primas se invierten y pueden acumular valor en efectivo con el tiempo. Esto permite a los asegurados acceder a este valor en efectivo mediante préstamos o retiros, aunque esto puede afectar el beneficio por fallecimiento.

Los seguros de vida pueden brindar seguridad financiera a los beneficiarios en caso de fallecimiento del asegurado, ayudándoles a cubrir gastos como deudas pendientes, hipotecas, educación de los hijos y otros gastos relacionados. La elección entre un seguro de vida a término y un seguro de vida permanente depende de las necesidades y circunstancias individuales del asegurado. Es importante considerar factores cómo la duración deseada de la cobertura, el presupuesto y los objetivos financieros al seleccionar un tipo de seguro de vida.